jueves, 24 de noviembre de 2011

"MIENTRAS QUE EL HOMBRE OLVIDA FÁCILMENTE, DIOS PERMANECE FIEL".


"La memoria se convierte en fuerza de la esperanza. La memoria nos dice: Dios existe, Dios es bueno, su misericordia es eterna. Y así la memoria abre hasta en la oscuridad de un día, de un momento, de un camino hacia el futuro: Es la luz y la estrella que nos guía. También tenemos un recuerdo del bien, del amor misericordioso y eterno de Dios".

A través del Salmo 135, el himno de alabanza a Dios que se cantaba tras la cena de Pascua y que probablemente recitó también Jesús en la Última Cena, les invitó a proclamar las maravillas que Dios ha hecho a lo largo de la historia de salvación, respondiendo a modo de letanía con el motivo de la alabanza: "Porque es eterna su misericordia".

"La historia de Israel está atravesada por momentos de alegría, de plenitud de vida, de conciencia de la presencia de Dios y de su salvación, pero también está marcada por episodios de pecado, por periodos de penosa oscuridad y de profunda aflicción. Y han sido muchos los adversarios de los que el Señor ha liberado a su pueblo". 

En el salmo se recuerdan estos acontecimientos, en especial el exilio en Babilonia, con la destrucción de Jerusalén, "cuando Israel parecía haber perdido todo, incluso su propia identidad, también la confianza en el Señor. Pero Dios se acuerda y libera. La salvación de Israel y de todos los hombres está ligada a la fidelidad del Señor".

"Mientras que el hombre olvida fácilmente, Dios permanece fiel: su memoria es el cofre precioso que guarda esa 'misericordia eterna' que canta nuestro salmo".

"Si hoy estoy en la oscuridad de la noche oscura, mañana Él me liberará porque su misericordia es eterna".

Les invito a ver la creación como "un gran don de Dios del cual vivimos, en el cual Él se revela en su bondad y en su grandeza. Y por tanto, tener presente la creación como don de Dios es un punto que nos une a todos".
Además que con la creación, Dios se manifiesta en toda su bondad y belleza, se compromete con la vida. Y este amor eterno de Dios implica "fidelidad, misericordia, bondad, gracia, ternura".

El salmo concluye recordando que Dios da alimento a todas las criaturas, "cuidando la vida y dando pan. (…). En la plenitud de los tiempos, el Hijo de Dios se hace hombre para dar la vida, para la salvación de cada uno de nosotros, y se entrega como pan en el misterio eucarístico para hacernos entrar en su alianza que nos hace hijos. A tanto llega el amor bondadoso de Dios y la sublimidad de su 'eterna misericordia'".

miércoles, 16 de noviembre de 2011

DE LO MAS MATERIAL PODEMOS IR A LA DIVINIDAD


"SOLO SI PERFECCIONAMOS LAS COSAS MAS MATERIALES DE ESTE MUNDO PODREMOS ENCONTRARNOS PLENAMENTE CON LAS DIVINAS".